Las autoridades panameñas aseguraron el lunes que más de 200 personas han sido detenidas vinculadas con robos y violación sexual en contra de migrantes que cruzaron la jungla del Darién, en la frontera con Colombia, lo que subraya los peligros y abusos con que lidian los extranjeros que se lanzan por esa ruta con rumbo a Estados Unidos.
Esas estadísticas que corresponden al 2023 hasta la fecha, presentadas en una conferencia de prensa en el Ministerio de Seguridad Pública de Panamá, se dan después de divulgarse la semana pasada un reporte de Human Rights Watch en el que se denunció que el país centroamericano y Colombia no protegen a los cientos de miles de migrantes, entre ellos mujeres y niños, que cruzan por el Darién, y en el que se pedía mejorar la seguridad y la asistencia de organismos internacionales.
El gobierno del presidente panameño, Laurentino Cortizo, que termina su mandato el 1 de julio, trata de salir al paso a los cuestionamientos tras ese reporte de HRW y a las críticas que desató la reciente salida de Médicos Sin Fronteras del Darién, luego de que las autoridades no autorizaran a la ONG seguir operando en esa inhóspita zona.
Panamá y Colombia negaron el viernes pasado que hayan abandonado a su suerte a los migrantes que cruzan el Darién y volvieron a exigir mayor colaboración y recursos de la comunidad internacional durante un encuentro de ministros de Relaciones Exteriores.
