El uso de la Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en un tema central en la industria audiovisual y en la sociedad en general. Por un lado, se plantea la posibilidad de que la IA simplifique tareas cotidianas, desde encender una luz hasta redactar un ensayo. Por otro lado, surge la preocupación de que esta tecnología pueda superar las capacidades humanas y reemplazarnos. En el foro Mestizo Lab en Madrid, España, expertos, como Wairo Duckerman, discuten el uso ético de la IA como una herramienta de trabajo.
Wairo Duckerman, experto en Inteligencia Artificial y presidente de Brita Inteligencia Artificial, ha destacado la creciente demanda de la IA en la producción cinematográfica. Esta tecnología se utiliza para rejuvenecer a actores, clonar voces y, en ocasiones, revivir digitalmente a personas fallecidas. El objetivo es enriquecer el contenido audiovisual sin perjudicar a nadie. Sin embargo, Duckerman reconoce el potencial peligro de la IA y aboga por una regulación gubernamental que garantice su uso ético y responsable.
La Inteligencia Artificial se perfila como una herramienta poderosa en la industria audiovisual, pero su aplicación plantea cuestiones éticas y morales. La discusión se centra en encontrar un equilibrio entre la tecnología y la creatividad humana. La regulación gubernamental se vislumbra como una necesidad inminente para garantizar que la IA sea un recurso regulado y responsable en la industria. La combinación de métodos tradicionales y tecnológicos, como propone Duckerman, parece ser la clave para obtener resultados exitosos en la producción audiovisual.
