El 16 de octubre se celebra el Día Mundial del Pan, y para los amantes de la panadería mexicana, cualquier época del año es ideal para disfrutar de una concha, panqué o chocolatín acompañados de café, leche o chocolate.
Las delicias, junto con otros productos como las orejas, rebanadas de mantequilla, cocoles y donas, han sido parte fundamental de la dieta básica de los mexicanos durante generaciones.
El pan ha ocupado un lugar esencial en la mesa de las familias, pero en los últimos tiempos, la panadería mexicana ha ido perdiendo espacios en los expendios, y productos tradicionales como las chilindrinas, nubes, alamares o pelones han comenzado a desaparecer del gusto de los consumidores.
Ante esta tendencia, Ariana y Julio González, en colaboración con su hermano Carlos, han emprendido un proyecto con la misión de "rescatar" recetas y promover la cultura del pan mexicano. Bajo el nombre de "Buñuelo", su negocio se enfoca en la panadería mexicana y busca recuperar panes que se han dejado de hacer con el paso de los años. La panadería mexicana, resultado de una fusión de técnicas europeas, ha sido eclipsada por la panadería europea en las grandes cadenas, y los hermanos González están decididos a cambiar esta tendencia.
